La litiasis renal, comúnmente conocida como piedras en el riñón, es la tercera patología urológica más frecuente a nivel mundial, solo superada por las infecciones y las enfermedades prostáticas; sin embargo, en la mayoría de los casos los pacientes pueden evitarlas de forma sencilla y evitar malestares y dolores agudos para el cuerpo humano.
Los llamados cálculos renales se forman cuando los minerales y sales ácidas presentes en la orina se cristalizan, creando masas sólidas que pueden permanecer durante mucho tiempo en los riñones; posteriormente, se desplazan hacia el uréter y son expulsados a través de la orina, mismos que suelen ser extremadamente dolorosos.
Para prevenir la formación de cálculos renales, se recomienda:
- Hidratación adecuada: Consumir entre 8 y 12 tazas de líquidos al día, priorizando el agua de mineralización débil.
- Reducción de sodio y proteínas: Limitar la ingesta de sodio a menos de dos gramos al día y reducir el consumo de proteínas de origen animal. Se sugiere sustituirlas por legumbres, frutos secos y semillas
- Consumo de grasas insaturadas: Incluir pescados como el salmón y el atún, así como aguacate y semillas de calabaza.
- Frutas cítricas: Incorporar limones y naranjas en la dieta, ya que su ácido cítrico puede ayudar a reducir la acidez de la orina y, por ende, la formación de cálculos de oxalato de calcio.
- Los cálculos renales, especialmente los de oxalato de calcio y fosfato, son las formas más comunes de litiasis. Por ello, es fundamental consultar a un profesional de la salud para obtener un plan dietético adecuado y personalizado que ayude a prevenir esta afección.
Entre los síntomas más comunes se encuentran un intenso dolor en la parte inferior de la espalda, abdomen y ingle, orina de color rosa o marrón, náuseas, vómitos, fiebre y micciones frecuentes en pequeñas cantidades. Por lo que la recomendación es que si se presenta alguno de estos síntomas, hay que acudir al doctor lo antes posible.