¿Hablas demasiado? Especialistas señalan que las personas que tienden a hablar demasiado pueden tener un problema emocional, además suelen tener problemas para convivir con otras personas por relacionárseles con actitudes narcisistas y egocéntricos.
La psicología señala que todas las personas que hablan demasiado padecen logorrea, un término cuya etimología significa “torrente o manantial de palabras”. Se define como una “alteración cuantitativa del flujo del lenguaje, que se caracteriza por la aceleración y prolijidad del discurso y la dificultad para ser interrumpido”, según explica el diccionario médico de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).
Una investigación de la Universidad de Rutgers señala que en una platica las personas hablan de si mismos en un 60%, esta cifra puede llegar al 80% en una red social. La razón por la que se hace es simple: cuando se es el centro de la conversación (y se tiene el control de ella), una persona está encantada. Un equipo del Laboratorio de Neurociencia Social Cognitiva y Afectiva de la Universidad de Harvard observó mediante imágenes de resonancia magnética cómo, cuando hablábamos de nosotros mismos, se activaban en el cerebro circuitos de recompensa y motivación, los mismos que se encienden con el sexo, las drogas y la buena comida.