Varios colectivos de búsqueda en la región noreste del estado de Sonora llevaron a cabo una jornada especial de búsqueda en terrenos despoblados del municipio de Sonoyta, descubriendo varias fosas clandestinas con restos óseos de al menos 18 personas diferentes. La jornada comenzó el domingo 15 de octubre y fue organizada gracias a reportes anónimos recibidos por los colectivos «Misioneras Buscadoras de Magdalena», «Rastreadoras de Caborca», «Localizando Personas Desaparecidas en Caborca AC» y «Buscadoras de Peñasco». Estos grupos, decidieron unir fuerzas al tratarse de una zona cercana a tres municipios, iniciando la excavación que llevó al macabro hallazgo.
Acompañados por elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC), la Policía Estatal de Seguridad Pública, la Policía Municipal de Sonoyta y personal de la Guardia Nacional, los colectivos lograron extraer los cuerpos ya en estado esquelético. Tras el descubrimiento, la Fiscalía de Sonora y servicios periciales tomaron el control de la zona para continuar las labores de procesamiento, con la esperanza de encontrar más cuerpos enterrados en la región.
Los colectivos hicieron un llamado a las personas que tengan familiares desaparecidos para que acudan a las bases de la Fiscalía y proporcionen muestras de ADN. Estas muestras se compararán con los hallazgos realizados en Sonoyta, en un esfuerzo por identificar a las víctimas.
Además del descubrimiento en Sonoyta, el Colectivo Madres Buscadoras de Sonora también hizo un hallazgo aterrador. En acciones separadas, encontraron un crematorio clandestino en la costa de Hermosillo. El macabro descubrimiento se realizó el lunes 16 de octubre en un terreno despoblado ubicado sobre la calle 36 sur. El colectivo recibió un llamado anónimo indicando que ahí podrían encontrar a uno de sus hijos desaparecidos. La zona fue asegurada por la Fiscalía de Sonora, quienes se encargarán de recoger los restos y llevar a cabo las pruebas de laboratorio necesarias para determinar la cantidad de personas a las que pertenecen y tratar de identificarlas.
Estos escalofriantes hallazgos subrayan la urgencia de abordar el problema de las personas desaparecidas en México y la necesidad de esfuerzos continuos para encontrar respuestas para las familias afectadas. La comunidad y las autoridades continúan trabajando incansablemente para resolver estos casos y llevar a los responsables ante la justicia.
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