
Hace 16 años, General Motors llegó a San Luis Potosí y, aunque ya existían empresas de autopartes, la armadora estadounidense trajo consigo la instalación de sus proveedores, fortuna y progreso para el estado. Con su llegada, se convirtió en la empresa ancla del corredor automotriz del Bajío mexicano.
Fue en 2008, durante el gobierno de Marcelo de los Santos, cuando la empresa inició operaciones, fabricando primero el auto compacto Aveo. Posteriormente, se enfocó en la Trax y el ahora muy popular Onix.
El complejo también fabrica la versión premium de la SUV Terrain y exporta a unos 27 países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Asia y Medio Oriente.
La instalación de GM en San Luis Potosí ubicó a nuestro estado en la mira de las ensambladoras más poderosas del mundo, como Honda, Toyota, BMW (que tiene una armadora en Villa de Reyes), Mercedes y Nissan. Sin embargo, el gobierno de Fernando Toranzo les cerró la puerta. Tras el áspero trato del toranzato, llevaron sus plantas a Aguascalientes y Guanajuato.
La historia de Ford, con Juan Manuel Carreras en el Gobierno del Estado, es de todos conocida: en el primer mandato de Donald Trump, decidieron suspender la inversión cuando ya había terreno, incentivos y todo dispuesto. El miedo pudo más y nos dejaron con un palmo de narices y una que otra deuda.
La imposición de aranceles trumpianos debe poner en alerta a las autoridades. Las empresas tenían sus proyecciones de desarrollo para este año y, a punto de concluir el primer trimestre, reina la incertidumbre.
Exentar del impuesto a las autopartes cuyo contenido es mayoritariamente estadounidense no resuelve el problema del ajuste de costos de las armadoras, que se verán en la necesidad de desacelerar proyectos, sacrificar personal y reducir la producción. Como siempre, el impacto se trasladará al consumidor final, y es de esperarse que los compradores de vehículos pospongan la actualización de sus unidades, flotillas y autos ejecutivos.
La contracción del mercado no solo afecta la venta de autos, sino también accesorios, seguros, placas y otros servicios que dependen de la industria.
Al gobierno le toca prever la crisis que está por venir porque, como siempre ocurre, la mayoría de las empresas comienzan a recortar personal y casi siempre inician con los empleados que tienen más y menos tiempo en sus nóminas.
Con la proyección del crecimiento económico en México reducido a cero, más nos vale prevenir para no lamentar, dentro de algunos meses, que miles de trabajadores del sector se queden en la calle y enfrenten dificultades para reinsertarse en el mercado laboral.
P.D.1. – Hace bien el Ayuntamiento de SLP en meter en orden a los comerciantes “formales” que no están en regla. Lo ideal es que no se dejen chantajear por influyentes, sicarios de las redes sociales o pseudoperiodistas. O todos coludos o todos rabones.
P.D.2. – Los delegados del gobierno federal apenas reciben sus salarios y se dejan ver en restaurantes premium como Mochomos, Sonora’s Prime o Gran Central, entre otros. ¡No pos sí traen con queso! No te acabes, cuatroté.
P.D.3. – En el gremio de los notarios siempre ha habido escándalos de corrupción, generalmente por despojo de terrenos, pero parece que el actual presidente, Juan Carlos Barrón, trae una consigna muy, pero muy particular. ¡Upsi! Ya todo mundo lo sabe.
P.D.4. – En la Sección 26 del SNTE la cosa está que arde. Ya hubo un primer encontronazo a trompadas, patadas y jalones de pelos por el pago de homologación de horas a los maestros de telesecundaria. La base magisterial ya se cansó de tanto abuso y tranzas de sus líderes. Vamos a ver si el diputado Juan Carlos Bárcenas puede o se sordea igual que todos sus antecesores.
P.D.5. – Gracias. Gracias infinitas por sus muestras de afecto y solidaridad ante la partida de mi madre.
Hasta la próxima.