
Hidalgo resguarda uno de los tesoros arqueológicos más importantes de México: la zona arqueológica de Tula, también conocida como la gran Tollán. Esta antigua metrópoli fue la capital de la civilización tolteca, una de las culturas más influyentes del altiplano central de Mesoamérica.
Los toltecas, considerados sabios y visionarios, fueron pioneros en la escritura, la metalurgia, las artes y las ciencias. Su legado se refleja en la majestuosidad de Tula, donde destaca la pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli, el «Señor del Alba». En su cima, imponentes atlantes de piedra, esculturas de guerreros que alguna vez sostuvieron el techo de un templo, vigilan la ciudad con sus lanzadardos y flechas, testigos silenciosos de un glorioso pasado.
Visitar Tula es sumergirse en la historia de una civilización legendaria y admirar de cerca sus impresionantes vestigios. La foto junto a los atlantes es un recuerdo obligado para quienes exploran este destino en Hidalgo. ¿Ya tienes la tuya?
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