Israel ha cerrado su embajada en Irlanda, acusando al gobierno irlandés de adoptar «políticas antiisraelíes extremas» y de promover una retórica antisemita. El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, denunció que las acciones de Irlanda, como el reconocimiento del Estado palestino y su apoyo a un caso legal contra Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), buscan deslegitimar y demonizar a Israel. «Irlanda ha cruzado todas las líneas rojas», afirmó Sa’ar, quien añadió que Israel redirigirá sus recursos hacia países con relaciones más favorables.
La decisión responde a varios actos recientes de Irlanda, incluyendo su respaldo a un caso ante la CIJ impulsado por Sudáfrica, que cuestiona las políticas israelíes en Gaza. En enero, la CIJ instó a Israel a prevenir actos de genocidio en Gaza, aunque no lo acusó de genocidio. Además, en mayo, Irlanda reconoció oficialmente al Estado palestino, lo que ya había provocado la retirada de su embajador en Dublín.
La medida fue criticada por Yair Lapid, líder de la oposición israelí, quien calificó el cierre de la embajada como una «victoria para el antisemitismo». En respuesta, Sa’ar lo acusó de promover «dobles estándares» y «deshumanización» hacia Israel.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, lamentó la decisión y rechazó las acusaciones. «Irlanda está a favor de la paz, los derechos humanos y el derecho internacional», aseguró en redes sociales. La tensión refleja el creciente distanciamiento entre ambos países debido a las posturas divergentes sobre el conflicto israelí-palestino y la diplomacia internacional.
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