
Un equipo de científicos ha logrado lo que parecía imposible: inducir en los seres humanos la percepción de un color completamente nuevo, bautizado como Olo. Este fenómeno, que no puede ser replicado en pantallas, pinturas ni capturado en fotografías, marca un hito en la investigación sobre la forma en que nuestro cerebro interpreta el mundo visual.
¿Cómo consiguieron observarlo?
El descubrimiento fue posible gracias a un dispositivo experimental llamado Oz, que utiliza pulsos láser dirigidos directamente al interior de las pupilas. El aparato activa de manera aislada los conos M responsables de captar el color verde y desactiva los demás conos que normalmente intervienen en la percepción cromática. Al recibir señales limitadas, el cerebro se ve obligado a generar una experiencia visual inédita.
El color percibido, descrito por los participantes como un azul verdoso hipersaturado, no se parece a nada conocido en la naturaleza. «Era como ver un color de otro mundo», afirmaron varios de los voluntarios que participaron en el experimento.
Más allá del asombro que provoca el hallazgo, los investigadores señalan que este avance podría tener aplicaciones prácticas importantes, como el tratamiento del daltonismo o la reprogramación de la manera en que el cerebro procesa la luz.
El descubrimiento de Olo subraya un principio fascinante: el cerebro humano no solo interpreta la realidad, sino que también tiene la capacidad de crear nuevas experiencias sensoriales cuando se enfrenta a condiciones extremas. La percepción, tal como la conocemos, podría estar apenas comenzando a revelar todo su potencial.
Seguiremos informando.