Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza y la Universidad Técnica de Dresde en Alemania han logrado avances significativos en el estudio de la asombrosa capacidad de regeneración de extremidades del ajolote, un anfibio nativo de México. Estos descubrimientos podrían tener aplicaciones futuras en medicina humana, según indicaron los investigadores en un comunicado.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, revela que los científicos han identificado los mecanismos de regeneración del ajolote, lo que tiene «enormes implicaciones para la medicina en humanos». Los expertos elaboraron transcriptomas completos de todas las moléculas de ARN del ajolote y los compararon con los de humanos, ratones, pollos y ranas. Esta comparación les permitió determinar las diferencias genéticas que permiten al ajolote regenerar sus extremidades.
La clave de este fenómeno radica en la ausencia de una estructura denominada cresta ectodérmica apical (AER por sus siglas en inglés) en los ajolotes. Esta estructura, presente en la mayoría de los mamíferos, organiza el crecimiento de las extremidades en los embriones. En lugar de esta estructura, los ajolotes tienen células similares a las del AER. Durante el proceso de regeneración de una extremidad, estas células se dividen en distintos tipos de células, un fenómeno que, según los expertos, «permitirá explorar nuevas estrategias en mamíferos, incluido el ser humano».
Jixin Zhong, autor principal del estudio y estudiante de doctorado en EPFL, explicó: «Descubrimos que esta especie usa diferentes tipos de células durante el proceso de regeneración, lo que sugiere que puede haber diversos métodos para lograrla».
El ajolote, ya venerado por los aztecas que lo utilizaban como alimento y aprovechaban sus propiedades curativas, se encuentra en grave peligro de extinción debido al deterioro de su hábitat en las zonas lacustres del centro de México. Estos hallazgos científicos ofrecen esperanza para esta especie y podrían revolucionar la forma en que los científicos abordan la regeneración en mamíferos, incluidos los humanos, en el futuro.
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