Con una majestuosidad que evoca la antigua gloria de los Juegos Olímpicos, el fuego sagrado ha sido encendido en el mítico santuario griego de Olimpia, marcando el inicio de una travesía épica hacia los Juegos de París 2024. A 100 días del evento, la llama olímpica, portada por atletas de todo el mundo, emprenderá un viaje a través de mares y ciudades antes de su llegada triunfal a la capital francesa el próximo 26 de julio.
La ceremonia del fuego olímpico establece un puente entre los Juegos de la Antigüedad, que se celebraron por primera vez en el año 776 a.C. en honor al dios Zeus, y los modernos Juegos Olímpicos desde Atenas 1896. Desde entonces, la antorcha encendida en Olimpia viaja por el mundo, representando la unidad y la excelencia deportiva.
Este año, la ceremonia de encendido tuvo lugar el 16 de abril con una procesión majestuosa de sacerdotisas ataviadas con trajes de época en el templo de Hera, donde, utilizando un espejo cóncavo, captaron los rayos del sol para encender la llama sagrada. La actriz griega Mary Mina, en su papel de Gran Sacerdotisa, pronunció palabras emotivas dirigidas al dios Apolo, dando inicio a esta sagrada misión.
La antorcha fue entregada al primer portador, el atleta griego Stefanos Ntouskos, campeón olímpico de remo en Tokio 2020. Con una rama de olivo en la mano, símbolo de paz y unidad, Ntouskos inició el recorrido que llevará la llama olímpica desde Grecia hasta Francia.
El trayecto de la antorcha abarcará diez días en suelo griego, culminando en el estadio Panatinaico en Atenas el 26 de abril. Luego, a bordo del histórico velero ‘Belem’, la antorcha zarpará hacia Marsella, Francia, donde continuará su recorrido por 65 ciudades, atravesando océanos y visitando territorios de ultramar.
El viaje será una odisea de más de 10,000 relevistas, abarcando más de 400 ciudades y territorios participantes, con la participación de 3,000 personas en relevos por equipos. Todo culminará en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, donde la llama olímpica iluminará el espíritu de la competencia más grande del mundo, recordando la unidad y la pasión que los Juegos representan.
