China concluyó ayer tres días de ejercicios militares en torno a Taiwán, al señalar que puso a prueba las capacidades militares integradas en condiciones reales de combate, después de haber practicado ataques de precisión y el bloqueo de la isla.
Taipéi replicó que “nunca cejará” en sus esfuerzos por reforzar su preparación para el combate y que vigilará de cerca las fuerzas de misiles de Pekín y los movimientos del portaviones Shandong.
China comenzó los ejercicios el sábado, después de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, regresó a Taipéi tras una reunión en Los Ángeles con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
El ejército chino afirmó haber “completado con éxito” los ejercicios y “probado de forma exhaustiva” las capacidades de múltiples unidades en condiciones reales de combate.
“Las tropas del teatro de operaciones están preparadas para luchar todo el tiempo y pueden hacerlo en cualquier momento, aplastando con determinación cualquier forma de separatismo independentista de Taiwán y de injerencia extranjera”, declaró el Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación en un comunicado.
La televisión estatal china informó el lunes que aviones –incluidos bombarderos H-6 con capacidad nuclear armados con misiles– y buques de guerra realizaron ejercicios para “formar una situación de bloqueo multidireccional que abarque toda la isla”.
El Mando del Teatro Oriental declaró que el Shandong también participó en patrullas de combate y mostró cazas despegando desde la cubierta del portaviones.
El ministerio de Defensa de Taiwán dio a conocer que avistó 12 barcos chinos y 91 aviones militares alrededor de la isla, incluidos cazas J-15 desde el Shandong.