La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) celebró con orgullo el 102 aniversario de la proclamación de su autonomía, un hito fundamental en su historia que marcó el inicio de una nueva etapa de libertad de pensamiento y solidez institucional. En este contexto, la doctora María Gabriela Torres Montero, directora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, destacó la importancia de valorar la autonomía universitaria no solo como un derecho, sino como un legado forjado a lo largo de muchas luchas y sacrificios.
Durante la celebración, Torres Montero recordó que la autonomía de la UASLP fue proclamada el 10 de enero de 1923, cuando la XXVII Legislatura del Congreso del Estado de San Luis Potosí aprobó el Decreto 106. En ese momento, la universidad no solo adquirió independencia administrativa y política, sino que también se posicionó como un bastión del pensamiento libre y crítico, un principio clave para su desarrollo. “Estamos de fiesta porque hace 102 años, la autonomía de la universidad se estableció como un principio que hoy sigue siendo la base de su fortaleza”, expresó la académica.
A pesar de que este proceso no estuvo marcado por una lucha violenta, como ocurrió en otras instituciones del país, la independencia de la UASLP fue resultado de un esfuerzo colectivo de estudiantes, profesores y personal del Instituto Científico y Literario, quienes, en un contexto nacional e internacional convulso, lucharon por la creación de una universidad fuerte que no dependiera de los vaivenes políticos del momento.
La profesora enfatizó que la autonomía ha sido un factor esencial para que la UASLP sea hoy una institución sólida, capaz de tomar decisiones cruciales sobre su propio destino, como la contratación de profesores, la elaboración de planes de estudio y la organización interna, sin interferencias externas. Según Torres Montero, la separación de la educación superior de los intereses políticos permitió que la universidad se desarrollara de manera estable y comprometida con su misión educativa.
Asimismo, recordó que la autonomía universitaria surgió en un contexto económico y social difícil, marcado por las secuelas de la Revolución Mexicana. Sin embargo, a pesar de la crisis, estados como San Luis Potosí, Michoacán y Sinaloa impulsaron la creación de universidades como instrumentos de progreso social, algo que fue posible gracias al esfuerzo y la convicción de estudiantes y docentes comprometidos con la educación superior.
Finalmente, la directora de la FCSYH resaltó la importancia de mantener viva la memoria histórica y de reconocer las dificultades superadas a lo largo de estos 102 años. “El trabajo constante, el esfuerzo diario, las luchas cotidianas son las que han permitido que la UASLP se mantenga firme, formando profesionistas para la sociedad”, concluyó.
Así, la autonomía universitaria continúa siendo un pilar para la UASLP, que sigue cumpliendo con su misión educativa y social, enfrentando los desafíos actuales con nuevas herramientas y un compromiso renovado.
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