Las cascadas de Tamul, en el municipio de Aquismón están en peligro de quedarse secas debido al riego de caña; denuncian habitantes y prestadores de servicios.
El riego de los cultivos de caña para la próxima zafra, tienen el caudal del Río Santa María en sus límites más bajos, por lo que el agua que desemboca en las cascadas de Tamul es mínima. Situación que pone en riesgo las actividades turísticas y comerciales de la región. Habitantes y prestadores de servicios piden a las autoridades que regulen el acceso que los ingenios tienen al vital líquido, con el objetivo de que no se vea afectada ninguna actividad agrícola ni turística.
Hay que tener en cuenta que esta no es la primera vez que esto sucede, pues es común que en cada ocasión que los ingenios comienzan el riego de sus cultivos, las cascadas de Tamul son las primeras en sufrir las consecuencias, además de que contribuyen en gran medida a la contaminación del agua de la zona, según denuncian muchos habitantes de las comunidades de Aquismón, en especial los del ejido de El Jabalí, quienes han sufrido ya por algún tiempo de la inconsciencia de los ingenios que envenenan el líquido vital.
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