
La creciente ola de violencia registrada en estados vecinos de San Luis Potosí, como lo es Guanajuato, ha provocado el famoso efecto cucaracha, caracterizado por la fuga de grupos delictivos a diversas entidades en busca de refugio o nuevos territorios para delinquir, esta situación ha colocado a la entidad potosina en el centro del huracán ante la falta de vigilancia y operativos concretos para frenar la incidencia delictiva.
Aguascaliente, Zacatecas y San Luis Potosí parecen ser el destino de los grupos criminales que durante varios meses estuvieron operando tranquilamente en tierras guanajuatenses hasta que se desató la reciente guerra en ese estado. De acuerdo con diversas versiones, grupos criminales habrían corrido en todas direcciones para alejarse del álgido momento que se vive en Guanajuato.
Ante esta posibilidad, recientemente se informó que diversas corporaciones de rango federal habrían arribado también a San Luis Potosí para comenzar a desplegar operativos disuasivos y de prevención. Medios nacionales corrieron la versión de que el propio titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda Durán, recibió la indicación de Presidencia de que atendiera con especial énfasis el territorio potosino.
En este contexto, pelotones especiales de la Marina, la Guardia Nacional y el Ejército ya estarían vigilando los municipios que colindan con Guanajuato, como Villa de Reyes, así como la capital y Soledad de Graciano Sánchez, destacando operativos en Lomas, la Zona Industrial y Pozos en donde, aseguran, ya se han realizado diversas detenciones relacionadas con este mismo fenómeno.