La colocación de una barricada metálica alrededor del Palacio de Gobierno, filtros de seguridad en calles aledañas, patrullas tanque con luces encendidas, políticos ataviados con prendas negras, la escena mortuoria en el entrega de mando policial.
En ese contexto el nuevo gabinete, ex funcionarios y políticos celebraron en evento privado la culminación de un gobierno elitista.
En una ceremonia tan lúgubre como un entierro, Juan Manuel Carreras López concluyó su administración como gobernador de SLP; corrupción, sangre y pobreza, componentes que marcaron su sexenio.
A media noche del sábado 25 de septiembre en las inmediaciones del Palacio de Gobierno, dió inició la ceremonia de cambio de mando policial; de manera breve y concisa el nuevo titular de Seguridad Pública, José Luis Urban hizo el pase de lista a un centenar de uniformados; en tal escenario era imposible olvidar que horas antes la Fiscalía habría informado sobre la desaparición de tres policías en el municipio de Salinas.
Del portón principal del Palacio salían funcionarios e invitados especiales ataviados con ropas negras y ornamentos grises como sí asistieran a un velorio.
En la comitiva principal cual plañideras, la magistrada Olga Regina García López y la diputada priísta Yolanda Cepeda, esta última enlutada hasta los pies y notoriamente nerviosa (incómoda); al centro con traje y corbata en tonalidad negra, el gobernador constitucional Ricardo Gallardo Cardona, su pequeño hijo Richie y Ruth Silva nueva presidenta del DIF Estatal. El gobernador saliente, Juan Manuel Carreras López, con mirada cabizbaja, entregando una administración fallida; la gran ausente su esposa, la señora Lorena Valle Rodríguez a quien no se le vio en el evento.
Detrás estaban el político Gerardo Fernández Noroña, el ex senador Jorge Emilio González, Francisco Elizondo Garrido, la senadora Geovana Bañuelos; y al fondo el ex alcalde, Ricardo Gallardo Juárez, único asistente que se mostró sonriente.
A unos metros iluminado por las luces de las patrullas, el memorial en honor a víctimas de feminicidio, colocado justamente ahí para recordarle al gobierno la deuda histórica que tiene con las mujeres.
Adeudo que también entregó Carreras, pese a que en el 2018 San Luis Potosí obtuviera la declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) el número de casos de muertes violentas de mujeres no disminuyó, fue lo contrario; de enero a agosto de este año 66 mujeres fueron asesinadas; en 2020 hubo 64; el 2019 cerró con 50 y en el 2018 se registraron 53 víctimas.
En brevísima entrevista Gallardo Cardona aseveró, “Carreras deja una herencia maldita” lo decía mientras ingresaba al Palacio de Gobierno junto con la lúgubre comitiva.
“Hoy empieza una historia nueva, un gobierno para todos y todas no les vamos a fallar”, concluyó Gallardo, a la par personal de seguridad impedía el acceso a ese recinto a periodistas y ciudadanía, fue un evento privado el festejo por el cambio de gobierno, “Potosí para los potosinos”, el lema de la nueva administración.
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