Construida en 1690 por la orden de los franciscanos, la Capilla de Aranzazú ha sido testigo de la transformación de la ciudad de San Luis Potosí, cuya historia, rodeada de cantera y adoquín, es el orgullo de la identidad potosina. La capilla solo guarda semejanza con la Iglesia del Carmen, compartiendo el estilo del barroco.
El 16 de junio de 1936, la Capilla de Aranzazú fue declarada monumento nacional junto con el templo de San Francisco, destinado a convertirse en museo a partir de 1949. La fachada es de cantera labrada y sus dos cuerpos los adorna pilastras estipites arriba, tres escudos franciscanos. El interior con hermosas bóvedas es cruciforme y las pilastras presentan un carácter original.
Sus muros lisos estuvieron decorados con pintura, siendo el altar posterior a la construcción de la capilla. En el crucero izquierdo se pasa a lo que fue la sacristía y el Carmen que, aunque mutilados, todavía conservan algo de su forma primitiva y un lavabo de piedra que recuerda a los de San Francisco y San Agustín.
Conoce más de este hermoso espacio histórico en el siguiente video:
https://www.youtube.com/watch?v=cfETZ-SAG18&t=12s