El cáncer es una enfermedad genética, esto se refiere a que es causado por cambios en los genes que controlan la manera en que funcionan nuestras células, especialmente en su crecimiento y división. Los genes, son muy importantes pues llevan las instrucciones para la creación de proteínas, de las cuales hacen mucho del trabajo de nuestras células. Ciertos cambios genéticos pueden hacer que se altere el crecimiento normal de estas, teniendo como consecuencias que se convertirán en células cancerosas.
Los investigadores han asociado mutaciones en genes específicos con 50 síndromes hereditarios de cáncer, pruebas genéticas para estos síndromes pueden detectar si una persona dentro de la familia con signos de este síndrome sufre de una de estas mutaciones.
Los cambios genéticos que producen cáncer pueden ser heredados de nuestros padres si estos cambios estuvieron presentes en las células germinativas, es decir los óvulos o espermatozoide. A este tipo de cambios se les llama “cambios de la estirpe germinal”, estos se encuentran en cada célula de descendencia.
Los cambios genéticos que provocan esta enfermedad también pueden ocurrir durante el transcurso de la vida, debido a un error en el ADN provocado por la división de las células o también por exposición a sustancias que dañan el ADN. Algunas sustancias carcinógenas son el humo de tabaco o radiación como los rayos del sol.
Las células cancerosas son más propensas a cambios genéticos que las células normales, no se puede concretar que causa los cambios en las células que provocan cáncer debido a que el cáncer de cada persona tiene una combinación de alteraciones genéticas distintas. Algunos de estos cambios pueden ser consecuencia del cáncer y no sus causas.
Con información del Instituto Nacional Del Cáncer.