Caleb Rodríguez Ocampo, primer síndico de Matehuala, se ha convertido en el nuevo verdugo del pueblo pues, a falta de argumentos y en un intento desesperado por arreglar el problema que el mismo Ayuntamiento dejó crecer, ahora recurre a toda clase de amenazas, chantajes y agresiones en contra de los habitantes de Santa Brígida y Estanque de Agua Buena para que liberen el tiradero municipal, tomado desde hace varias semanas a manera de protesta por el incumplimiento de promesas y compromisos sumidos por la autoridad municipal con la ciudadanía.
En días pasados y ante la ineficiencia que ha mostrado el Ayuntamiento para liberar el relleno sanitario, el síndico acudió con un grupo de golpeadores a intimidar a los pobladores a quienes les advirtió que si no se retiraban del lugar, iban a usar la fuerza pública para desalojarlos pues, aseguró, estaban incurriendo en un delito que podría castigarse incluso con cárcel.
El empoderado y arbitrario funcionario no contaba con que los ciudadanos están bien documentados sobre la situación que se está presentando en el tiradero y que, en términos generales, la razón y la ley está del lado de los ciudadanos pues, de entrada, ha sido el Ayuntamiento quien no ha cumplido con los compromisos que asumió para atender las demandas de la gente y, en segundo lugar, tampoco ha cubierto las cuotas de indemnización para los ejidos por el daño ecológico que se desprende de la operación del tiradero, además de que se están violentando infinidad de normas en materia ambiental con este basurero.
Caleb Rodríguez ha tenido que recurrir a la violencia para intimidar a los ciudadanos al no encontrar los recursos legales para garantizar el servicio de recolección de basura para Matehuala, situación que surge de la negligencia y omisión de las propias autoridades municipales.