La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de un brote de fiebre amarilla en Venezuela, con siete casos que quedaron confirmados mediante pruebas de laboratorio a finales de septiembre.
Entre los contagios, seis correspondían a personas que no estaban vacunadas contra esta enfermedad endémica en éste y otros países de Sudamérica.
Frente a este riesgo sanitario, en un país con un sistema de salud muy precario y que enfrenta la pandemia de covid-19, la OMS dijo que lo más urgente es aumentar la cobertura de vacunación entre la población.
Particularmente la inmunización debe ser en las personas que viven en zonas amazónicas y que están expuesta a dos mosquitos que trasmiten la enfermedad en áreas forestales (Haemagogus y Sabethes).
Asimismo, recomendó que se aumente la vacunación entre indígenas, inmigrantes y personas vulnerables que viven en áreas urbanas densamente pobladas, donde está expuestos al mosquito Aedes agyepti, activo en ciudades.
“Los casos reportados de fiebre amarilla muestran la importancia de vacunar contra la fiebre amarilla, especialmente en zonas endémicas de alto riesgo con ecosistemas favorables a su transmisión”, indicó la OMS en un comunicado.
Por otra parte, la organización recomendó a todos los viajeros mayores de nueve meses que se vacunen contra la fiebre amarilla. Deben hacerlo al menos diez días antes de su entrada en Venezuela.
La vacuna en cuestión se utiliza desde hace varias décadas y está en la lista de medicamentos efectivos y seguros de la OMS. Así también, una sola dosis genera una protección de por vida.