En un esfuerzo por combatir la obesidad infantil, las autoridades educativas de México han reforzado la prohibición de comida chatarra en las escuelas del país. Ante esta medida, padres y estudiantes deberán buscar alternativas saludables que sean atractivas para niños y jóvenes sin sacrificar el sabor.
Nutriólogos recomiendan opciones fáciles de preparar y transportar, como frutas frescas en cubos o brochetas, frutos secos sin azúcar, palomitas de maíz naturales y chips de verduras horneadas. Otra alternativa popular es el yogur natural con miel y semillas, que proporciona energía y nutrientes esenciales.
Las barras de avena caseras, los rollitos de jamón con queso y las galletas integrales sin azúcar también se han convertido en opciones viables para los refrigerios escolares.
Los expertos enfatizan la importancia de fomentar el consumo de agua natural en lugar de refrescos y jugos industrializados, esto contribuye así a una mejor hidratación y salud general.
Estas alternativas no solo cumplen con la nueva normativa, sino que también ayudan a formar hábitos alimenticios saludables desde la infancia.
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