La situación en Gaza alcanza un punto crítico, con el ministro de Salud advirtiendo que el sistema de salud colapsará en cuestión de horas debido a la falta de combustible y energía. Según declaraciones del ministro a Al Jazeera, el suministro esencial para operar generadores en hospitales está completamente agotado, dejando al sistema al borde del colapso inminente.
La escasez no se limita solo al combustible y la energía; la falta de medicamentos y suministros médicos también plantea una grave preocupación en la región. Con apenas un tercio de los 36 hospitales funcionando, la capacidad de atención médica está al límite.
A pesar de los repetidos llamados de la ONU y otros organismos internacionales para permitir el acceso de ayuda humanitaria a Gaza, Israel ha hecho caso omiso a estas demandas. Las operaciones militares continúan en la región, particularmente en la ciudad de Rafah, un punto vital para la entrada de ayuda humanitaria.
El gobierno de Estados Unidos ha pedido a Israel que se retire de Gaza, pero con la condición de dejar un plan de gobernanza en su lugar. Si bien se reconoce el impacto negativo de las acciones militares israelíes en la población civil, se ha solicitado que se establezca un plan de gobernanza antes de la retirada total de las fuerzas militares.
La urgencia de la situación en Gaza exige una respuesta inmediata de la comunidad internacional para evitar una catástrofe humanitaria en la región.
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