
Ciento de personas escaparon de Sri Lanka el pasado octubre del 2021, escapaban de la represión, abusos sexuales y persecución política que enfrentaban en su país de origen. En pequeños barcos partieron y equipados con instrumentos de navegación básico, gps, mapas y apuntes en una bitácora, esperaban llegar a Canadá, en donde su plan era pedir asilo político y de Sri Lanka no volver a saber nada.
Desgraciadamente una tormenta arruinaría sus planes y los dejaría varados en medio de la isla de Diego García, un territorio «apropiado» por el Reino Unido, con una política y constitución política distinta, en donde abundan los vacíos legales y operaciones militares de Reino Unido y Estados Unidos, a este territorio se le conoce como una «Biot».
Al quedar varados en la isla, los barcos de vigilancia de Diego García se acercaron a los migrantes y los escoltaron personalmente hasta la costa de la isla, los migrantes en un inicio no buscaban asilo en la isla, pero pasando los días presentaron una carta formal al comandante Británico, con el deseo de permanecer ahí hasta ser enviados a un país seguro.
Desde entonces, los soldados británicos han señalado que los migrantes tienen vínculos con los antiguos rebeldes de los Tigres Tamiles de Sri Lanka, un grupo que fue derrotado en la guerra civil que culminó en 2009. Por ello, han sido perseguidos. Aunque algunos alegan que fueron víctimas de tortura o agresión sexual.
Al pasar las semanas en la isla se hizo más que claro para todo el mundo que Diego García no estaba listo para recibir a los migrantes, quienes estaban concentrados en casas de campaña que anteriormente fueron utilizadas por el ejército para albergar a los soldados que contrajeron COVID. Más de 12 migrantes compartían estas casas, en donde ellos comentan «no vivimos, vivimos la vida de un hombre muerto».
Al llevar una vida de encierro e incertidumbre donde la esperanza de encontrar una vida mejor cada vez parecía más un sueño lejano, el suicidio fue la mejor opción para muchos de ellos, decenas de personas intentaron suicidarse como salida de este nuevo infierno en el que se encontraban. Muchos de ellos sufrieron abuso sexual por parte de los mismos migrantes y al presentar su denuncia con las fuerzas del Reino Unido, ellos no prestaban mucha atención a los hechos.
Abogados y asociaciones internacionales han peleado por el bienestar de los migrantes, buscando que se les lleve a un lugar en donde puedan ser recibidos de forma adecuada y tengan una vida digna, ya que Diego García ni siquiera es un territorio legítimo de Reino Unido, le pertenece a Mauricio, quien se independizó de los británicos en 1968 y desde entonces pelea su territorio.
Algunos migrantes han sido regresados a su antiguo país, otros fueron llevados temporalmente a otros países con el fin de recuperarse de los intentos de suicidio. Para después ser regresados a Diego García, en donde viven en desesperanza, escaparon de un infierno para llegar a otro.
Seguiremos informando.