Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, reveló en una rueda de prensa que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó en secreto el envío de misiles de largo alcance ATACMS a Ucrania. Esta acción, que fue realizada en febrero y entregada en marzo, representa un cambio significativo en la postura de Washington hacia Kiev, que había estado solicitando estos misiles durante meses.
Sullivan explicó que Biden autorizó el suministro de «un número significativo» de misiles ATACMS a Ucrania, pero con la condición de que solo se utilizaran dentro del territorio ucraniano y no contra Rusia. Esta decisión se tomó después de que la inteligencia estadounidense informara sobre el uso de misiles de largo alcance por parte de Rusia, así como los crecientes ataques rusos contra la infraestructura civil de Ucrania.
Aunque el envío de los misiles ATACMS se mantuvo en secreto en ese momento, formaba parte de un paquete de ayuda militar de 300 millones de dólares aprobado por Biden el 12 de marzo. Sullivan no reveló la cantidad exacta de misiles enviados, pero indicó que se enviarán más, especialmente después de que el Congreso aprobara un paquete de ayuda exterior que incluía 61 mil millones de dólares de asistencia militar para Ucrania.
El debate sobre el envío de los misiles ATACMS a Ucrania ha estado presente dentro del Gobierno de Biden durante meses, con preocupaciones sobre una posible escalada bélica con Rusia y el uso de los misiles por parte de Ucrania contra objetivos en Rusia. Sin embargo, Sullivan afirmó que el Gobierno ucraniano ha dado garantías de que solo se usarán dentro de su territorio.
Esta acción marca un punto de inflexión en la política de Estados Unidos hacia Ucrania y refleja un compromiso más sólido con la defensa de Ucrania contra la agresión rusa. La medida también subraya la determinación de la administración Biden de apoyar a Ucrania en medio del conflicto en curso en la región.
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