Se trata de los jóvenes Matteo y Ricardo, quienes pasaron sus vacaciones navideñas visitando los lugares turísticos de Jerusalén. Uno es judío, el otro árabe y en la foto se dan un beso ataviados con un kipá y un pañuelo palestino. Detrás de esta imagen, que se ha convertido en un símbolo contra la intolerancia en las redes sociales, se encuentra el malagueño Antonio Rodríguez.
Comenta que se encontraba también haciendo turismo con unas amigas por Jerusalén cuando vio a los dos jóvenes tomándose una selfie. Ese momento le llamó la atención y se ofreció a hacerles una foto. Ellos se acercaron uno al otro y sin dudarlo se dieron el beso. Según explicó Rodríguez en una entrevista en la cadena Ser, la imagen «transmite un mensaje muy importante en este momento».
La fotografía pronto se hizo viral y Matteo y Ricardo explicaron qué significaba para ellos. Pretendían que esta foto sirviera para luchar contra la intolerancia y a favor de la paz y la convivencia entre israelíes y palestinos pues en declaraciones para varios medios italianos, los jóvenes explican que durante las vacaciones que pasaron en Jerusalén fueron víctimas de varios ataques homófobos.