Comer chicle puede parecer una forma inofensiva de refrescar el aliento y mantener la boca limpia, sin embargo, el abuso de esta práctica puede acarrear problemas de salud. Pese a que se considera seguro consumirlo en cantidades moderadas ¿Cuáles son los beneficios y riesgos de masticar chicle frecuentemente?
Las gomas de mascar o chicles han existido desde tiempos antiguos y, actualmente, están compuestas por una base de caucho sintético, edulcorantes y saborizantes. Por lo anterior, masticar chicle implica un movimiento repetitivo que puede causar tensión en la mandíbula y provocar dolor, crujidos o chasquidos al abrir y cerrar la boca.
Además de los malestares cotidianos, algunos chicles contienen alcoholes de azúcar que podrían provocar síntomas y generar problemas gastrointestinales, así como diarrea y flatulencias.
Pese a estas desventajas, mascar chicle también tiene sus ventajas. Se ha demostrado que el chicle sin azúcar estimula la producción de saliva, lo que ayuda a limpiar los dientes y reducir el riesgo de caries. Asimismo, alivia la sequedad bucal, mejora el mal aliento, reduce el estrés y mejora la concentración.
En general, se recomienda masticar chicle de variedades sin azúcar, limitar el consumo a solo una pieza diaria y evitar masticar por períodos prolongados.
