Comer en familia es una de las prácticas más importantes que puedes realizar con tus seres queridos, esta científicamente comprobado que esta actividad tiene distintos aportes positivos. El disfrutar de los alimentos con tus seres queridos ayuda a que la unión y comunicación sea más fuerte, especialmente en los pequeños ya que crecen con una mentalidad y confianza por tener a su familia cerca. Por desgracia esta práctica se está perdiendo y las familias se están separando poco a poco.
Actualmente el sentarse para para comer en familia es un hábito poco usual, ya sea por la rutina de los padres o la de los hijos. Lo más triste de todo es que las personas están más acostumbradas a comer enfrente de una pantalla que de sus propios seres queridos. De acuerdo a la terapeuta Anne Fishel, directora del Family Dinner Project, se ha dedicado a estudiar las consecuencias de comer en familia la especialista señala que estimula el desarrollo entorno a las habilidades sociales, como la mejora del desarrollo lingüístico.
También mejora la salud mental de los hijos, ya que los pequeños se sienten más protegidos por su familia. Una investigación de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, señala que incluso quien come con su familia mejora el rendimiento escolar, esto porque los padres están más al pendiente del cumplimiento de los deberes de los hijos. Por último también es importante aclarar que está práctica ayuda a cuidar más la alimentación, ya que cuidas mejor lo que consumes y evitas el comer productos chatarra.