Al menos tres vehículos han sido robados en la última semana con un modus operandi similar; hombres armados, en ocasiones acompañados por una mujer, encañonan a sus víctimas y las someten para despojarlas de sus pertenencias y del automóvil en que viajan. Los ataques, por increíble que parezca, se han perpetrado en zonas residenciales o de alta afluencia como lo son las diferentes secciones de Lomas y las inmediaciones de la avenida Venustiano Carranza.
El primero de estos ataques ocurrió durante los primeros minutos del pasado domingo cuando un automovilista, estacionado en las cercanías de Carranza y Tomasa Esteves, fue abordado por una mujer que, primero, le preguntó por una persona, en cuestión de segundos un hombre lo encañonó y ambos abordaron la unidad, un Suziku Ignis 2018, insistiéndole en que no hiciera nada atrevido. A punta de pistola lo llevaron hasta la colona San Leonel donde, en una calle oscura, lo bajaron y lo dejaron a su suerte.
El segundo atraco se dio apenas unas horas después sobre la avenida Sierra Vista, donde, al filo del mediodía y cerca de la gasolinera Total, la víctima se detuvo para contestar su teléfono celular. De inmediato, tres hombres lo sacaron del vehículo, lo golpearon y lo dejaron con serias heridas, una de ellas en la cabeza como resultado del golpe que le dieron con la pistola. En esta ocasión, el vehículo robado fue un Camry Toyota color gris del año 2019.
Finalmente, el último de los robos que se han dado a conocer sucedió durante las primeras horas de este 15 de septiembre en las cercanías de Zona Universitaria. Dos hombres en una moto alcanzan a una pareja que viajaba a bordo de una Toyota, aparentemente una Tacoma. Los apuntan con la pistola y les ordenan que desciendan del vehículo para apoderarse de él, no sin antes despojarlos de sus pertenencias.
En ninguno de los casos se ha logrado ubicar a los responsables de los hechos a pesar de que algunos de estos vehículos han sido vistos cometiendo otros delitos como asaltos a transeúntes en los alrededores de Tequis. Las víctimas, por cierto, aseguran que son personas centroamericanas las que cometen estos delitos.
Por desgracia y dada la poca reacción que han mostrado las autoridades, tanto municipales como estatales, se cree que estos ataques no sólo se seguirán presentando, sino que aumentarán su intensidad y la saña con que se cometen.