La tarde del 19 de marzo, un grupo de vecinos se manifestaba en contra de la construcción de la autopista Cuapiaxtla-Cuacnopalan en Puebla. Sin embargo, la protesta tomó un giro peligroso cuando un grupo de hombres armados llegó al lugar y disparó al aire para dispersar a los manifestantes.
Los pobladores de Cuacnopalan, municipio de Palmar de Bravo, expresaron su descontento debido a que la empresa a cargo de la construcción de la autopista dañó una tubería de agua potable, afectando directamente a la comunidad. La situación se volvió aún más tensa cuando, durante la protesta que incluía la presencia de mujeres y niños, dos camionetas negras llegaron al lugar con hombres armados que efectuaron disparos al aire.
Afortunadamente, no se reportaron heridos ni víctimas mortales, pero la manifestación se dispersó rápidamente. La pregunta que surge es quién dio la orden para usar la violencia como método de disuasión.
A través de las redes sociales, la Secretaría de Gobernación de Puebla anunció que se estableció un primer diálogo con los inconformes. También informaron que los hombres armados pertenecían a la comunidad de Cuesta Blanca, aunque no se registraron personas lesionadas.
Las autoridades no han emitido orden de aprensión contra los responsables del tiroteo ni a los dueños de la construcción, aunque el panorama parece ser muy claro sobre quién mando a quién en este ataque contra la libre expresión.
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