Texas, estado sureños de la Unión Americana, está viviendo uno de sus peores momentos climáticos registrados en su historia reciente, ya que los residentes, sin recuperarse aún de la primera tormenta invernal, ya están sufriendo los estragos de la segunda, causando un caos en cuanto a movilidad y servicios a cerca de 2 millones de habitantes.
Nevadas históricas dejan 26 muertos y miles continúan sin energía eléctrica
Mientras que en algunas zonas del estado cae nieve como nunca antes se había visto, en otras partes impera la caída de lluvias heladas, causando el corte de los servicios de electricidad y agua potable, por lo que muchos afectados han tenido que recurrir a la quema de leña o a hacer compras de pánico de gas.
El problema se ve mayor cuando se reporta la falta de Internet, la cancelación de vuelos comerciales y, una de las situaciones más peligrosas, carreteras resbaladizas. Las historias desgarradoras se cuentan por montones. Varias personas ya han muerto por el frío, el hambre, además de que otras más han tenido afectaciones considerables en sus viviendas.
Son muy pocos los establecimientos que se mantienen abiertos; hay poco servicio de alimentos y solo se está recibiendo pago en efectivo, por lo que aumenta la desesperación entre los afectados. La falta de provisiones ya comienza a notarse, mientras los ciudadanos ya levantan la voz contra el gobierno por no preparar un plan de ayuda ante la crisis.
Miles de potosinos están sufriendo dichos estragos que las atípicas tormentas invernales ha causado sin misericordia en varias ciudades del estado de Texas, las cuales son, por mencionar algunas: Dallas, Houston, Austin, San Antonio, Galveston y Arlington.
Sin embargo, existe la confianza de que, literalmente, la tormenta pronto pasará para después volver al restablecimiento social, misma que se hará de manera gradual, esperando, al menos, que regrese la luz y el agua a los hogares.
