Samuel Ruiz, director de Operaciones de Seguridad Pública del Estado, padre del presunto líder de una banda dedicada al robo en casa-habitación, detenidas el pasado 27 de mayo, fue premiado con un año sabático, es decir, vacaciones, esto para que dejara de hacer ruido por el presunto cobro de “favores” que estaba haciendo a jefes policiacos, ministerios públicos, vicefiscales y hasta a jueces, con tal de ayudar a su angelito.
El premio vacacional concedido a Samuel Ruiz fue ordenado por el mismísimo Raul Alanís, director de la Policía Estatal, quien en busca de minimizar el escándalo por la filtración, en medios de comunicación, de la detención de la banda delincuencial, a pesar de que la indicación era que nadie se enterara.
El escándalo tanto fuera como dentro de Seguridad Pública del Estado ha ido en incremento, pues trascendió que Carlos López, jefe regional de la Zona Centro, amagó con cambiar de adscripción a los policías que realizaron la detención, en flagrancia, de la banda de presuntos rateros dedicados al robo en casa-habitación, así los policías que cumplían con su trabajo fueron removidos y ahora deberán sumarse a la base en Santo Domingo, en el Altiplano potosino.
Mientras en Seguridad Pública insisten en “apoyar” al compañero Ruiz y su hijo, los presuntos delincuentes ya fueron presentados ante el juez de oralidad.
San Luis Potosí atraviesa por una crisis de inseguridad desmedida, en la que, ya quedó claro, participan policías y sus familias, mientras que a los buenos elementos se les castiga.
A pesar de que han transcurrido dos días desde la detención de los cuatro jóvenes, uno más escapó, no existe información oficial sobre este hecho. Ni Seguridad Pública ni la Fiscalía General han dado cuenta del arresto. En otras ocasiones incluso han citado a rueda de prensa para dar a conocer la desintegración de bandas criminales, pero ahora todos guardan silencio.
