Ayer, el impacto de dos misiles balísticos rusos Iskander-M en el Instituto Militar de Comunicaciones de la ciudad de Poltava, ubicada en el centro de Ucrania a unos 120 kilómetros de la frontera con Rusia, causó la muerte de alrededor de 50 personas y dejó más de 200 heridos.
El presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, informó sobre fuertes explosiones que afectaron «el territorio de una institución educativa y una clínica cercana». Uno de los edificios del Instituto de Comunicaciones resultó parcialmente destruido, y muchas personas quedaron atrapadas bajo los escombros. «Se pudo rescatar a muchos. Hay más de 180 heridos. En este momento, sabemos de 41 muertos. Mis condolencias a todas las familias y allegados», publicó Zelensky en su cuenta de Telegram.
Más tarde, Filip Pronin, jefe de la administración militar de la región de Poltava, proporcionó datos preliminares que elevaron la cifra de víctimas a 50 muertos y 219 heridos. Por la noche, la oficina del fiscal general de Ucrania aumentó el número de fallecidos a 51.
Por su parte, la agencia de noticias rusa TASS informó que «más de 300 militares ucranianos murieron o resultaron heridos cuando dos misiles Iskander-M impactaron en el centro de entrenamiento de las fuerzas de comunicaciones del ejército de Ucrania en Poltava». Según TASS, entre las víctimas habría «instructores extranjeros», citando a una fuente anónima del «entorno militar» ruso.
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