La mitología egipcia tiene en su panteón a Ra, la personificación del Sol, y a Apep o Apophis, la serpiente que personificaba la oscuridad y el caos. Hoy, una curiosa coincidencia astronómica revive el nombre de este último, ya que el asteroide Apophis se acerca a la Tierra en un viernes 13.
Inicialmente catalogado como un asteroide potencialmente peligroso debido a su tamaño y órbita, Apophis captó la atención mundial en 2004 cuando se sugirió que podría colisionar con nuestro planeta en 2029. Sin embargo, estudios posteriores descartaron este escenario, aunque dejaron abierta la posibilidad de un impacto en 2068, también descartado recientemente.
Apophis, con un diámetro de aproximadamente 375 metros, es más grande que el 90% de los asteroides conocidos de su tipo. A pesar de su tamaño, pasará a una distancia segura de la Tierra este viernes 13, con aproximadamente 31,600 kilómetros de separación, una décima parte de la distancia a la Luna.
La NASA ha asegurado que no hay riesgo de colisión con Apophis durante al menos un siglo, y aprovechará esta proximidad para estudiar más a fondo la composición y movimientos de asteroides en el espacio exterior. Marina Brozovic, científica del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, destacó la precisión con la que se ha podido rastrear y estudiar Apophis, obteniendo datos detallados incluso a 17 millones de kilómetros de distancia.
Este acercamiento no solo proporciona una oportunidad única para la investigación astronómica, sino que también ofrece un recordatorio de la importancia de monitorear y comprender los objetos celestes que cruzan nuestra órbita terrestre. Mientras tanto, el viernes 13 de este año será testigo de un fenómeno cósmico que, más allá de las supersticiones, nos conecta con la fascinante historia de nuestra propia mitología y el universo que exploramos.
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