El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desestimó los recientes hechos de violencia contra políticos en el estado de Michoacán, calificándolos como una exageración mediática y una supuesta campaña de desprestigio.
A pesar de los alarmantes acontecimientos que han sacudido la política local, el mandatario mexicano minimizó la situación, afirmando que las cosas están «tranquilas» en Michoacán. Estas declaraciones contrastan con la cruda realidad que enfrenta la entidad, donde la violencia ha cobrado la vida de varios aspirantes políticos en los últimos días.
El más reciente caso es el asesinato de Karla Herrera, líder municipal del Partido Encuentro Solidario (PES) en Ario de Rosales, Michoacán. Herrera fue víctima de un ataque armado mientras se encontraba en la recepción de un hotel ubicado en la autopista federal Toluca-Atlacomulco, en el Estado de México. A pesar de ser trasladada a un hospital, lamentablemente falleció debido a la gravedad de las heridas.
Este trágico incidente se suma a una serie de actos violentos que han sacudido el panorama político de Michoacán en las últimas semanas. Tan solo hace una semana, dos candidatos fueron asesinados en el estado, y varios más han decidido abandonar sus campañas debido al clima de inseguridad imperante.
Karla Herrera, de 29 años, no era ajena a la violencia política, ya que previamente había sido objeto de un atentado en abril de 2023. Además de su labor como líder municipal del PES, también ocupaba el cargo de presidenta de la Junta Local de Sanidad Vegetal en la región, destacando por su compromiso con la comunidad.
El presidente López Obrador ha sido criticado por su aparente falta de acción frente a la creciente violencia política en Michoacán, mientras que las autoridades estatales han sido cuestionadas por la falta de esclarecimiento en los casos de asesinatos de candidatos.
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