El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que los nuevos aranceles a los automóviles podrían implementarse el 2 de abril, como parte de su estrategia para modificar el comercio mundial. La medida se suma a una serie de impuestos sobre importaciones desde China, México y Canadá, generando incertidumbre entre empresarios y economistas.
Trump argumenta que los aranceles buscan equilibrar el mercado para los productos estadounidenses, aunque han causado preocupación en la industria. La Unión Europea, por ejemplo, impone un arancel del 10 % a los autos importados, mientras que EE.UU. cobra solo un 2.5 % a turismos, pero un 25 % a camionetas extranjeras.
El anuncio ha generado reacciones en el sector automotriz. Jim Farley, CEO de Ford, respaldó la medida, calificándola de “paso importante” para fortalecer la industria nacional. Según Ward’s Intelligence, una cuarta parte de los vehículos vendidos en EE.UU. el año pasado fueron importados.
Trump no ofreció más detalles antes de viajar a Florida, pero su política comercial sigue generando debate a nivel global.
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