Menudo y bochornoso problema trae el Sindicato de Trabajadores de las Industrias en General, Comercio, Autotransporte, Construcción, Similares y Conexos del Estado de San Luis Potosí porque a la muerte de su anterior dirigente, Petrolino Lara Núñez, que recientemente falleció a los 92 años de edad, dicho sindicato quedó a la deriva y resulta que Carlos Lara Orozco, hijo de don Petro, sin ser trabajador, y sin ser miembro del sindicato, y sin haber aportado cuotas, pues hace algunos días laboraba en Gobierno del Estado, pretende, por herencia, como así él lo llama, adueñarse del sindicato de su padre.
Trabajadores del balneario Gogorrón, de manera anónima por temor a represalias, denunciaron que Carlos y Adriana Lara, junto con otro de sus hermanos, el cual es funcionario de alto nivel y que en horas de trabajo se dedica a hacer grilla en las instalaciones del balneario, sin respetar los estatutos, sin conocer siquiera a la base trabajadora del balneario, intentan hacer una maniobra que viola la legalidad sindical de una manera política, pues los estatutos del sindicato señalan claramente qué miembros de tienen las facultades legales para ascender a la Secretaría General.
Esperemos que no se genere un conflicto sindical y no se desborden las pasiones, pues es sabido que los Lara utilizan el tráfico de influencia y las presiones para conseguir sus objetivos. «Los sindicatos no se heredan», comenta. Además, los trabajadores sindicalizados finalizaron afirmando que la Secretaría de Trabajo y las autoridades laborales y de conciliación, así como el secretario General de gobierno, José Guadalupe Torres ya están enterados del intento de despojo que encabeza Carlos Alberto Lara Orozco y Adriana Lara Orozco, priístas de toda la vida, de la mano con el subdelegado sindical, Paulino Muñoz Juárez, mano represora de los hermanos Lara para intimidar trabajadores.
