La caza furtiva, el cambio climático y la destrucción de hábitats naturales han sido factores determinantes en la extinción de varias especies animales, según expertos consultados. Conozcamos más sobre algunos de estos trágicos casos:
Tigre de Tasmania (Thylacinus cynocephalus) También conocido como Tilacino, este marsupial carnívoro era el más grande de su tipo cuando fue descubierto en Australia. Aislado en la isla de Tasmania, su población fue rápidamente exterminada entre 1888 y 1912 debido a la caza furtiva autorizada para proteger al ganado ovino en la región. El último Tilacino murió en cautiverio en 1936.
Dodo (Raphus cucullatus) Este pájaro no volador habitaba la Isla Mauricio en África. La llegada de colonos humanos en el siglo XVII, junto con la caza para consumo humano y la depredación de sus nidos por especies invasoras introducidas por el hombre, llevó a su extinción. El último avistamiento confirmado del Dodo fue en 1662, y se estima que desapareció por completo alrededor de 1690.
Pez Mano Liso (Sympterichthys unipennis) Este pez marino moderno desapareció debido a la caza furtiva, la introducción de otras especies en su hábitat y la destrucción de su entorno natural. Uno de sus últimos ejemplares, llamado George, fue descubierto en 1971 en las Islas Galápagos, pero los esfuerzos para salvar su especie resultaron infructuosos.
Melomys Rubicola Este roedor, que vivía en el Cayo Bramble en Australia, fue visto por última vez en 2009 y su extinción fue confirmada una década después. La elevación del nivel del mar y la modificación del ecosistema en la isla que habitaba fueron las principales causas de su desaparición.
Estos trágicos ejemplos nos recuerdan la importancia de proteger y conservar la biodiversidad de nuestro planeta, así como de abordar los desafíos que enfrentan estas especies para evitar futuras extinciones
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