La ola de violencia que se desató en Matehuala y Cedral obligó a diversos planteles educativos a suspender las actividades de forma temporal. Los enfrentamientos armados que se vivieron la noche del 25 de septiembre fue factor para que personal docente anunciara la cancelación de las clases para evitar posibles riesgos.
De forma preventiva se dio el anuncio de que los planteles estarían cerrados, otros permanecieron abiertos pero los padres de familia optaron por no llevar a sus hijos. Los hechos violentos registrados han creado un ambiente de inseguridad que impide el normal desarrollo de las actividades escolares. Habitantes del Altiplano han manifestado su temor a enviar a sus hijos a la escuela, mientras que los maestros se sienten vulnerables ante la ola de violencia.
La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado no ha dado postura alguna, pero se espera que ante la iniciativa de los directivos de cada escuela se formalice si la suspensión de clases se extenderán y se garanticen las condiciones de seguridad para el regreso a clases.
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