Tremendo alboroto protagonizaron agentes de la Fiscalía General de la República al desplegar un enorme operativo para catear peligrosísimos locales de venta de ropa y chacharas en las inmediaciones del Mercado Arista, ubicado en la cabecera municipal de Matehuala, en donde se generó una psicosis y pánico generalizado entre la ciudadanía que llegó a pensar en la presencia de grupos criminales y el posible estallido de una balacera o un enfrentamiento entre criminales y policías.
Desde muy temprana hora y sin previo aviso, los ministeriales federales arribaron en vehículos no rotulados, de ellos descendieron hombres mal encarados, algunos de ellos portando armas. Sin decir agua se adentraron en los pasillos del Mercado y entre los montones de la segunda mano, entre las ofertas y las bodegas buscaron cualquier situación, producto o artículo que pudiera violentar la ley, sin embargo, su búsqueda desesperada no tuvo éxito.
Dada la forma tan imprudente en que actuaron los agentes y la falta de explicaciones para con la ciudadanía, los clientes y transeúntes que se encontraban en la zona decidieron alejarse temiendo que se trataba de algún grupo criminal que había llegado al lugar para cobrar el derecho de piso, levantar a algún infortunado comerciante o cometer cualquier otro ilícito.
Tras lo sucedido y luego que se pudo restablecer la paz, los ciudadanos cuestionaron severamente el proceder de los agentes que, de una u otra forma, afectaron las ventas de decenas de comerciantes que luchan por ganarse la vida dignamente mientras que, con los criminales, vendedores de droga y demás, se esconden o se cuadran.
El peliculesco despliegue concluyó con la detención de una peligrosa vendedora de ropa usada, sin nada incautado. Al final, los agentes se fueron dejando una enorme sensación de inseguridad entre los locatarios y clientes que no pudieron evitar sentirse expuestos ante los hechos delictivos que, por desgracia, se han vuelto comunes en Matehuala.