Uno de los proceso más difíciles y aterradores al que se enfrentan las personas una vez terminada una relación amorosa, es la soledad, la sensación de pérdida y derrota, de que la vida o alguien más te arrebato algo que formaba parte de tu vida y tu rutina, y ahora tienes que empezar a construirte de cero, pero el abismo de soledad que se abre al momento de una ruptura es algo espantoso, nadie está listo para cruzarlo, pero es necesario avanzar para seguir con tu vida y salir de este oscuro momento.
El sentimiento de soledad es mortal para los seres humanos, provoca afecciones tanto físicas como mentales, aumento de los síntomas de ansiedad y depresión, pudiendo acabar en trastorno psicológico, mala organización o ruptura con las relaciones sociales y familiares, dependencia emocional, mayor tendencia a soportar relaciones tóxicas, exceso de emociones negativas y falta de visión sobre las positivas, aumento desmesurado del tiempo a solas y baja autoestima.
No existe una varita mágica capaz de borrar nuestras emociones, tenemo s que avanzar por el camino difícil y hacer los cambios para vivir la vida que nos gustaría vivir, lejos del recuerdo de tu ex pareja, la dependencia y todo el pasado que no permite avanzar.
Lo primero es aceptar nuestras emociones, dejar de escondernos detrás de una mascara de «todo bien», hay que aceptar que las cosas están mal para que puedan mejorar, entender que en esta parte de nuestra vida ya termino, valorar y aprender de lo bueno que pasamos y entender qué cosas pudieron llevar la relación a su final para aprender de eso.
Las rupturas dependen siempre de dos personas adultas que toman la decisión de no continuar y que se debe a un conjunto de factores. Nunca uno tiene culpa de lo que ha ocurrido ni el otro está siendo castigado por ello. Ambos toman la responsabilidad de sus actos, los aceptan y los superan. Y una vez que dejamos que esto ocurra, somos capaces de soltar y continuar adelante.
Es un período perfecto para pasar tiempo de calidad con uno mismo. Al principio escucharemos una voz interna llena de resentimiento que nos hará sentir peor. Son nuestros miedos e inseguridades, nuestras culpas, hay que entender que el fin de algo no solo es responsabilidad de uno, al entender esas voces irán cambiando, nos mostrarán cuales son nuestras verdaderas necesidad y deseos, que podemos seguir sin deberle nada a nadie.
Retoma gustos o actividades pérdidas, atrévete a experimentar y construir de 0 la persona que quieres ser, el mundo es un lugar hermoso y lleno de posibilidades, no tienes que vivir encerrado en la jaula de miedos e inseguridades que denoto tu antigua relación, se valiente y arriésgate, perdona a tu ex pareja y lo más importante es que te perdones a ti, todos podemos cambiar y ser mejores.
Seguiremos informando.
