Un académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha destacado que el 30 por ciento de los adultos mexicanos padece hipertensión arterial, una enfermedad que genera gastos catastróficos para el sistema de salud cuando no está controlada adecuadamente. Según el experto, más del 3% de los afectados no logra mantener su presión arterial bajo control, lo que resulta en complicaciones costosas y peligrosas.
El preocupante panorama es agravado por el hecho de que la mitad de las personas afectadas por hipertensión no son conscientes de su condición, ya que esta enfermedad suele ser asintomática en sus etapas iniciales. Además, solo la mitad de aquellos que conocen su diagnóstico están recibiendo tratamiento farmacológico, y de ellos, solo la mitad tiene su presión arterial en niveles adecuados.
El académico enfatizó que la hipertensión arterial a menudo se asocia con otras enfermedades metabólicas como la dislipidemia y la obesidad, lo que subraya la necesidad de abordar el riesgo cardiovascular de manera integral para reducir el peligro de morbimortalidad. Los fallecimientos prematuros, aquellos que ocurren a una edad inferior a la esperanza de vida promedio (70 años en México), son una preocupación importante en este contexto.
El experto, quien es cardiólogo y miembro fundador del Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial en México (Grehta), destacó que el costo anual de tratar a una persona con hipertensión bien controlada oscila entre 8 mil y 18 mil pesos. Por otro lado, aquellos que experimentan complicaciones pueden llegar a requerir gastos de hasta 250 mil a 400 mil pesos, ya que es probable que sufran un infarto y necesiten atención en una sala de hemodinamia o terapia intensiva. Brindarles atención oportuna es crucial para mejorar su calidad de vida.
El académico resaltó que el riesgo cardiovascular abarca enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad, dislipidemias y otros factores asociados al desarrollo de arteriosclerosis. En este sentido, mencionó que, aunque se han realizado encuestas nacionales en México, no existe un registro sistemático que permita dar seguimiento a la evolución de estos factores de riesgo a largo plazo. Por esta razón, Grehta lanzó en 2021 el Registro Nacional de Hipertensión Arterial (Rihta), una iniciativa que busca recopilar datos relevantes para respaldar la toma de decisiones en materia de salud.
Aunque el registro actual cuenta con más de 5 mil pacientes, el experto reconoció que aún no representa una muestra representativa a nivel nacional. No obstante, los datos recopilados hasta ahora revelan cifras alarmantes, como alteraciones en los lípidos en aproximadamente el 70 por ciento de los casos, lo que indica una asociación con la dislipidemia.
