AstraZeneca, la destacada empresa farmacéutica, reconoció ante el Tribunal Superior la posibilidad de que su vacuna contra el Covid-19 pueda desencadenar trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS), como uno de sus efectos secundarios raros pero graves relacionados con la coagulación sanguínea.
Este sorpresivo reconocimiento surgió como resultado de un proceso judicial en el que la gigante farmacéutica admitió, por primera vez, la potencial conexión entre su vacuna y el riesgo de desarrollar TTS, una condición de coagulación sanguínea potencialmente mortal.
La admisión llega en un momento en que AstraZeneca enfrenta una serie de demandas en Gran Bretaña, donde se le exige compensación por los efectos adversos de las vacunas administradas durante la pandemia de 2020. Según informes de The Telegraph, las indemnizaciones podrían alcanzar los 125 millones de dólares.
Aunque la mayoría de los posibles efectos secundarios de la vacuna son leves y temporales, la farmacéutica ha reconocido que existe un riesgo de desarrollar un efecto secundario poco común pero grave, conocido como síndrome de trombosis con trombocitopenia. Sin embargo, ha enfatizado que los beneficios de la vacuna superan ampliamente los riesgos.
Según la Agencia Europea de Medicamentos, la evaluación científica respalda la seguridad y eficacia de la vacuna, que ha demostrado prevenir un gran número de muertes relacionadas con el Covid-19 en diferentes regiones del mundo. En Nueva Gales del Sur, por ejemplo, se estima que la vacuna de AstraZeneca ha evitado la muerte de más de 17,000 personas mayores de 50 años entre 2021 y 2022.
A pesar de estos beneficios, la vacuna ha mostrado algunos efectos secundarios en algunas personas, como dolor en el pecho, hinchazón en las piernas, dolor abdominal persistente, síntomas neurológicos y pequeñas manchas de sangre debajo de la piel.
La trombosis TTS relacionada con la vacuna de AstraZeneca es un efecto secundario extremadamente raro, pero grave, caracterizado por la formación de coágulos sanguíneos acompañados de una baja cantidad de plaquetas. Aunque su incidencia es muy baja en comparación con los beneficios de la vacunación, se recomienda estar atento a síntomas como dolor de cabeza intenso, visión borrosa y dolor abdominal después de la vacunación.
La vacuna de AstraZeneca se aprobó inicialmente para uso de emergencia en diciembre de 2020. De las 50 millones de dosis administradas en el Reino Unido, solo se registraron 81 casos de fallecimiento por coágulos sanguíneos relacionados con la vacuna, según datos de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido.
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