Nuestra perrita se llama Mechas.
Ya tiene 17 años, nos la vendieron en el 2005.
Es una anciana, ya no ve casi nada y él veterinario que la vio por insistencia de mi hija menor, dice que es probable que viva solo un mes más.
¿Por qué me siento triste ?
Es solo una mascota dicen.
Será porque estos años siempre fue muy alegre, vivaracha y todo el tiempo me sorprendió su nobleza e inteligencia.
Su alegría su animo y su fuerza.
Cuándo llegábamos a la casa su gran gusto por vernos era contagioso y único.
En ocasiones se daba cuenta que yo andaba furico y se atemorizaba cuando veía problemas o gritos en el hogar.
Pero su energía y ganas de vivir eran tremendas, le encartaba salir a pasear por el Bulevar Españita corretear niños y a otros perros,
Saltaba entre las yerbas y no se cansaba de correr, olfatear, enderezaba su colita cuando algo llamaba su atención.
Solo dos veces tuvo perritos y los amo y cuido como solo ella lo haría.
Cuando los regalamos a los vecinos, me miraba de una forma que revelaba un gran pesar pero unos días después ya no se le veía triste increíblemente todo lo superaba.
Tenia actitudes que no pueden ser más de un ser inteligente y amoroso.
Su “misión” siempre fue acompañarnos a la parada del camión o acompañar a mis hijas a la escuela.
!La Mechas presente !
¿Y saben qué ? ella no tenía tiempo de deprimirse ni de odiar como yo.
He pasado años y años pensando que hago aquí envidiando y amargándome
Me ha costado mucho saber a dónde voy tiempo y más tiempo para darme cuenta realmente a quien amo y que quiero de la vida.
Años triste y confundido ahora comprendo por qué dios y la vida me dieron tantos años tengo 56 casi 57 ¿Para perderlos odiando y deprimiéndome?
¿O sabré imitar a mi Mechas? parece que voy a «vivir» algunos más pues no estoy enfermo o algo así, los mexicanos , vivimos como promedio 75 años y hasta más.
Pero mi Mechas mi perrita que ya se va de este mundo ya no vivirá mas y no necesitaba tantos años aquí en la tierra, ella sabía a lo que vino.
En una ocasión me puso una demostración de fuerza de valor y de cuidar lo suyo, pues unos amigos de mi hija de la universidad le encargaron dos mastines brasileños para cuidarlos una noche.
Se quedaron en la cochera y la Mechas regresó de la calle y al momento de verlos se les enfrentó, se aventó a morderlos defendiendo lo suyo cosa que nunca hice en mi vida o por mí mismo.
De haber querido la matan, ella tenía los ojos enrojecidos lagrimeantes pero no dejaba de morder y de ladrar cumplió con su familia y combatió los invasores arriesgando su propia vida y repito: defendiendo lo suyo.
Mi perrita vino ha vivir y amar, correr bajo el sol y las estrellas, a ser feliz, ha querermos a cuidarnos, a dar luz, a ser plena sin conflictos o miserias existencialistas.
Mechas, me das una gran lección de vida ,sabes que te amamos.
¡Feliz viaje ! tu si sabias para que venimos a esta vida tesoro mio.
Es cuanto.