China ha rechazado enfáticamente las acusaciones de Estados Unidos de ser un «país de origen de drogas» y las ha calificado como «maliciosas y sin fundamento». La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, defendió el papel de China como un modelo en la lucha contra el narcotráfico y expresó su desacuerdo con las afirmaciones estadounidenses.
La polémica surgió a raíz de un informe oficial enviado al Congreso de Estados Unidos, que incluye a China entre los países que, según Washington, no están haciendo lo suficiente para combatir el tráfico de drogas. En respuesta a estas acusaciones, Mao Ning declaró en una rueda de prensa que la acusación carece de fundamento y es pura difamación maliciosa, y que China ha presentado una protesta formal ante Estados Unidos.
La portavoz subrayó que el Gobierno chino da una gran importancia al trabajo antidrogas y ha implementado medidas estrictas para controlar las sustancias estupefacientes. China ha incluido en su lista de control un total de 456 tipos de drogas, lo que lo convierte en uno de los países con una legislación antidrogas más rigurosa en el mundo.
Además, Mao destacó que China coopera activamente con la comunidad internacional en cuestiones de prevención, tratamiento, rehabilitación y educación antidrogas, contribuyendo así a la seguridad y estabilidad tanto a nivel regional como global.
En contraposición, criticó a Estados Unidos como el «agujero negro» y la «fuente del caos» en el problema mundial de las drogas debido a su alto consumo de opiáceos. Señaló que Estados Unidos, con solo el 5 por ciento de la población mundial, consume el 80 por ciento de los opiáceos del mundo.