Más de 150 migrantes haitianos que se encontraban en la Ciudad de México han quedado abandonados y a la deriva en la ciudad de Acapulco durante una semana. Esto ocurrió después de que el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) los trasladara a Acapulco con la promesa de entregarles un permiso.
«Estábamos en la Ciudad de México, nos subieron a un autobús y nos trajeron a Acapulco. Solo nos dijeron una cosa cuando llegamos aquí el lunes, que el martes nos llevarían de regreso y firmaríamos el papel», dijo Gerisma, un haitiano que se vio obligado a abandonar su país y a su familia hace 10 meses después de un intento de asesinato y de que le arrebataran su casa.
Los migrantes confían en que, aunque la gente de Acapulco ha sido solidaria al donarles algo de comida, lo que realmente necesitan es dinero para sobrevivir.
«Lo que queremos es trabajar para mantenernos a nosotros mismos, porque tenemos que pagar por bañarnos y por ir al baño. Es por eso que necesitamos trabajar para poder vivir, porque la forma en la que estamos viviendo ahora es muy difícil, no podemos seguir así», enfatizó Gerisma.
Para muchos de ellos, su estancia en la ciudad de Guerrero se ha vuelto aún más difícil al no hablar español. A pesar de ello, una palabra se ha vuelto común entre ellos: «esperar», ya que afirman que es lo único que les queda.
En el primer trimestre de 2023, la tasa de criminalidad en Haití ha aumentado, con más de 1,600 incidentes registrados, en comparación con los 692 del mismo período del año anterior, según datos recopilados por la Policía Nacional de Haití y las Naciones Unidas.
