La relación entre la edad y la satisfacción sexual ha sido objeto de múltiples estudios, con resultados variados que desafían la creencia común de que el placer sexual disminuye con los años. En un estudio publicado en Archives of Sexual Behavior en 2016, se encontró que las personas de entre 40 y 49 años reportaron niveles más altos de satisfacción sexual que otros grupos etarios. Sin embargo, los expertos destacan que la satisfacción sexual es altamente subjetiva y depende de varios factores, como la salud física, el bienestar emocional y la relación de pareja.
A pesar de esta tendencia en la mediana edad, otros estudios apuntan a que la satisfacción sexual puede aumentar con la edad. En 2018, un análisis publicado en Sexual Medicine reveló que las personas mayores de 65 años alcanzan su mayor nivel de satisfacción sexual, lo que sugiere que la experiencia y la estabilidad emocional asociadas con la madurez pueden jugar un papel importante. De hecho, otro estudio realizado en 2010 con más de 300 mujeres estadounidenses entre 40 y 100 años encontró que las mujeres mayores reportaban más satisfacción sexual que las más jóvenes, lo que también respalda la idea de que la calidad de las relaciones sexuales mejora con los años.
No obstante, no todos los estudios son tan optimistas en cuanto a la relación entre edad y satisfacción sexual. Un estudio de 2017 con más de 6,000 adultos suecos de entre 18 y 80 años indicó que la satisfacción sexual tendía a ser más alta en los grupos más jóvenes, pero se mantenía relativamente constante en adultos de mediana edad y mayores. Esto sugiere que la edad no es el único factor que influye en la calidad de la vida sexual.
En cuanto a la frecuencia sexual, un estudio del Instituto Kinsey de Sexología reveló que en los adolescentes, la actividad sexual es más frecuente debido a la novedad de la experiencia. Entre los 20 y 29 años, las parejas suelen tener relaciones de 2 a 3 veces por semana, mientras que a los 40 años esta cifra baja a 1 o 2 veces por semana. A partir de los 50 años, la frecuencia disminuye considerablemente debido a factores como la menopausia, la andropausia y otros problemas de salud, aunque la satisfacción sexual sigue siendo subjetiva.
No existe una «edad ideal» para disfrutar de una vida sexual satisfactoria. Aunque algunos estudios sugieren que la satisfacción mejora con la edad, los factores individuales, como el estado de salud, la relación de pareja y las preferencias personales, son determinantes clave en la calidad de la vida sexual a lo largo de toda la vida.
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