Estados Unidos podría retirarse del proceso de paz entre Rusia y Ucrania si no hay avances en los próximos días, advirtió el secretario de Estado, Marco Rubio. La declaración se produjo tras una reunión en París entre funcionarios estadounidenses, europeos y ucranianos, donde se delinearon pasos hacia un posible acuerdo.
Rubio señaló que se avecina una decisión clave sobre si el gobierno del presidente Donald Trump continuará involucrado en las negociaciones. «Si esto no es posible, simplemente daremos vuelta a la página», declaró, subrayando que EE.UU. tiene otras prioridades.
A pesar de la presión, también destacó que las conversaciones fueron constructivas y que no considera a Rusia ni a Ucrania como obstáculos directos. Una nueva reunión está prevista en Londres la próxima semana.
Simultáneamente, Washington y Kiev están cerca de concretar un acuerdo sobre recursos minerales ucranianos, considerado parte del impulso de Trump para lograr la paz. El memorando de intenciones ya fue firmado, según la ministra ucraniana de Economía.
Mientras tanto, los ataques rusos sobre ciudades ucranianas continúan. En Járkiv, un bombardeo dejó al menos un muerto y 98 heridos. En Sumy, un ataque con drones afectó una panadería días después de una ofensiva que mató a 34 personas durante el Domingo de Ramos.
Aunque el Kremlin afirma estar dispuesto al diálogo, no hay señales de una tregua total. Las exigencias rusas como el cese del suministro occidental de armas a Ucrania— siguen sin ser aceptadas por Kiev.
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