Mientras los incendios forestales consumen los cerros y las comunidades luchan con palas y cubetas por salvar lo poco que queda de sus bosques, las autoridades de Xilitla siguen promoviendo la visita turística como si aquí no pasara nada.
Prestadores de servicios turísticos levantaron la voz y no con flores: exigen que esta Semana Santa se cancele la promoción turística, porque el pueblo mágico no tiene agua, no hay condiciones y tampoco hay capacidad de atención ante una emergencia.
“Si se les ocurre venir en Semana Santa, sepan que no hay agua ni para bañarse, mucho menos para darles una buena atención. Toda el agua se está usando para apagar los incendios. No hay seguridad, no hay servicios, no hay forma de responder si ocurre un accidente en carretera o un paraje”, denunciaron con enojo.
Y es que el agua se ha vuelto escasa y valiosa, porque la poca que queda está siendo dirigida a los cerros, donde las comunidades de La Trinidad, Ollita del Pino y otras más están combatiendo el fuego con lo que pueden. Los manantiales están drenados, no por sequía, sino por la necesidad de salvar lo que queda.
En la cabecera municipal, hoteles y negocios no tienen suficiente líquido ni para lo básico, y de llegar el turismo en masa, el consumo de agua colapsaría aún más el sistema. “Si aquí se gasta en exceso, no habrá cómo llevar agua a los pueblos que están literalmente en llamas”, advirtieron los prestadores.
A pesar de la emergencia evidente, las autoridades municipales han manejado con torpeza la situación, sin declarar una contingencia real, sin detener las actividades turísticas, y sin priorizar la seguridad ni el medio ambiente. Prefieren mantener el show corriendo, aunque el escenario esté en llamas.
“Duele decirlo, pero esto ya se salió de control. El turismo debería esperar. Hoy necesitamos ayuda, no visitantes. Si vienen, solo van a agravar más el problema”, concluyeron.
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