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La Resiliencia en la Era Actual

Por Estefanía López

Vivimos en una era caracterizada por cambios rápidos e impredecibles, un mundo globalizado en el que las crisis, ya sean sociales, económicas, o incluso personales, parecen acecharnos de manera constante. En este contexto, la resiliencia, entendida como la capacidad para adaptarse y superar adversidades, se ha convertido en un concepto clave en la psicología contemporánea.

A diferencia de lo que muchos piensan, ser resiliente no significa ser invulnerable a las dificultades ni mantenerse indiferente ante el sufrimiento. Más bien, la resiliencia implica reconocer el dolor y las pérdidas, para luego encontrar formas de adaptarse y seguir adelante. Es un proceso activo de afrontamiento que requiere un equilibrio entre aceptar la realidad de la situación y tener la capacidad para construir nuevas maneras de vivir a partir de ella.

Era actual

En la era actual, los avances tecnológicos y la conectividad global nos han permitido estar más interconectados que nunca. Sin embargo, esto también ha traído consigo nuevas formas de estrés, como la sobrecarga de información, las expectativas sociales y la constante comparación con otros a través de las redes sociales. La presión por ser «perfectos» y la inmediatez de la información han intensificado la sensación de ansiedad y vulnerabilidad, lo que, a su vez, pone a prueba nuestra capacidad de resiliencia.

Desde un enfoque psicológico, se ha demostrado que las personas resilientes no solo poseen una gran capacidad de adaptación, sino también un sentido de propósito y significado en sus vidas. Según los psicólogos, factores como el apoyo social, la autocompasión y la regulación emocional son esenciales para fomentar esta resiliencia. La capacidad de mantenerse enfocado en los valores personales y buscar apoyo en momentos difíciles puede ser lo que marque la diferencia entre rendirse o seguir adelante.

Ejercitar la resiliencia

Además, la resiliencia no es algo fijo, sino un proceso que se puede cultivar a lo largo del tiempo. La práctica de la atención plena, la terapia cognitivo-conductual y otras herramientas psicológicas pueden ayudar a las personas a mejorar su capacidad para enfrentar el sufrimiento. Al enfocarnos en el presente y aprender a interpretar nuestras experiencias de manera más flexible, desarrollamos la fortaleza necesaria para navegar las adversidades de un mundo cada vez más complejo.

En un mundo que parece estar en constante cambio, la resiliencia no es solo una respuesta a las crisis; es una habilidad para crecer, transformarse y encontrar nuevas formas de vivir con propósito. En la era actual, tener la capacidad de ser resiliente no solo nos permite sobrevivir, sino también prosperar.

 

Estefanía López Paulín
Contacto: psc.estefanialopez@outlook.com
Número: 4881154435

 

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