
El papa Francisco, quien se encuentra hospitalizado en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero debido a una neumonía bilateral, ha enviado un mensaje escrito con motivo del Ángelus, en el que asegura estar «atravesando un momento de prueba» con un físico «débil». A pesar de su delicado estado de salud, el pontífice de 88 años ha expresado su unión con los enfermos y su gratitud hacia quienes oran por su recuperación.
El último parte médico indica que el estado de salud del papa se mantiene estable, aunque aún requiere continuar con su terapia en el hospital. Como muestra de su mejoría gradual, ha reducido progresivamente el uso de una mascarilla de oxígeno por la noche, optando por una cánula nasal de alto flujo que ya utiliza durante el día. Aunque su pronóstico ha mejorado desde su última recaída el 3 de marzo, los médicos aún no han anunciado una fecha para su alta.
Mientras el papa Francisco se recupera, ha recibido muestras de apoyo y oraciones de todo el mundo. En Roma, una bailarina argentina organizó una «oración en movimiento» a la entrada del hospital, donde catorce parejas bailaron tango portando rosas rojas y símbolos argentinos. Además, decenas de niños han acudido a la entrada del hospital con globos y dibujos para el pontífice.
En su mensaje escrito, el papa Francisco ha reiterado su agradecimiento a quienes oran por su salud y ha pedido seguir rezando por la paz en zonas conflictivas como Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Birmania, Sudán y la República Democrática del Congo. A pesar de su ausencia física, el pontífice ha mantenido su compromiso con su proyecto de reformas para la Iglesia, que busca una mayor descentralización y participación de laicos.
La prolongada hospitalización del papa Francisco ha generado preocupación sobre su continuidad en el cargo, aunque él ha rechazado renunciar como lo hizo su predecesor Benedicto XVI en 2013. Su proyecto de reformas se proyecta hasta octubre de 2028, lo que sugiere un compromiso a largo plazo con el futuro de la Iglesia.