
En las últimas 24 horas, se logró el desmantelamiento de redes de posible vigilancia criminal.
Los hechos tuvieron lugar en diferentes puntos de la capital potosina, así como en la delegación de Bocas, donde autoridades Estatales y militares, mediante la Base de Operaciones Mixta Interinstitucional (BOMI) detectó posibles redes de violencia procedentes de posibles grupos criminales.
Tras lo anterior se desinstalaron siete cámaras de videovigilancia y seis módems que podrían ser utilizadas por la delincuencia, para el monitoreo de las acciones operativas de la corporación estatal.
Por lo anterior, la evidencia se puso a disposición de la Fiscalía General del Estado, para lo que las autoridades determinen.
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