Da pena que, uno de los eventos que deberían ser altamente destacables para la vida pública de México, se conviertan en un espectáculo vergonzoso y que, al final, de lo que se hable no sea del evento, sino de las «incidencias» que ocurrieron y es que, claramente, estas resultan ser más importantes que el evento per se.
El día que Claudia Sheinbaum tenía que dar la cara y quedar como la gran visionaria, resiliente, inquebrantable y jefa suprema de México se vio eclipsado por aquellos que, supuestamente, están de su lado, por lo que dice que están con ella, que la apoyan, que la quieren y que no la dejan sola. Con amigos como esos, mejor nadota.
El video es muy viral y revelador. Claro y preciso. La presidenta arribó al Zócalo, va saludando gente, se acerca ¿Qué hacemos? Ignorarla, tomémonos fotos. Pareciera que eso fue lo que pensaron Andy López Beltrán, Luisa María Alcalde, Ricardo Monreal, Adán Augusto López y Manuel Velasco. Lo ocurrido es una falta de respeto no sólo a la persona de Claudia, sino a la figura presidencial. Sheinbaum entendió pronto y optó por seguirse de largo, aunque al inicio intentó saludar. Casi la jalan para que regrese, pero ya era tarde. El agravio estaba cometido.
Lo ocurrido podría ser un descuido, pero es ridículo que suceda en estos niveles. Podría ser un simbolismo, pero denota con claridad. Los hechos son precisos. Ese grupo, el que prefirió tomarse la foto antes que saludar a la presidenta, están justamente los enemigos, de quienes Claudia debe cuidarse. Son ellos quienes ya no representan la 4T. Andy y Luisa María tienen sus propios intereses. Monreal, Adán Augusto y Velasco ya demostraron que no están con la presidenta ¿O cómo le llamarían ustedes al hecho de no aprobar y modificar a conveniencia una de las reformas presidenciales más importantes? ¿Traición?
Y a todo esto ¿Qué dijo Claudia? ¿Cómo le vamos a hacer frente a Trump? ¿El presidente gringo ya está temblando de miedo?
Cavilaciones:
Primera: Un apestoso tufo a sabotaje tiene el tema de las averías en el ducto de El Realito. Es curioso que siempre se revienta en el mismo punto; El Piquín, municipio de Tierranueva. O todos están ciegos o todos se hacen tarugos. Eso incluye a Gabino Manzo, director de la CEA, y al recién llegado delegado de la CONAGUA, Darío Fernando González Castillo, quien, por cierto, dicen, es muy movido ¡Pues que se vea! ¡Miau!
Segunda: El diputado, Fernando Gámez, ahora conocido como el «Pinocho» de la actual Legislatura, no solo declara con olímpicas mentiras sobre temas que ignora, sino que, con descomunal ignorancia y en su afán protagónico, ya se llevó entre las patas al Gobierno del Estado. Y todavía dice que es aliado.
Tercera: Esta semana tenemos eclipse de Luna ¡No se tomen nada personal, no sean lunáticos!
